jueves, 15 de diciembre de 2011

Cabaret.

Mujer por la cual Fausto habría vendido su alma una y otra vez. Me sentía desfallecer cada vez que la veía sobre un escenario, como un espectro maravilloso; con piel de mármol y seda...Envidia de las huríes de Oriente...Mujer que con belleza devastadora; heteróclita, hacía temblar los cimientos más firmes de mi voluntad. Mujer, mujer...Te busqué en callejones y salones de opio...Te busqué en las zonas más altas y más bajas de mi ser. Y te encuentro, rodeada de ratas e inmundicia...En este sucio cabaret de tercera. Regalas notas de tu dulce garganta de fénix a estos restos de la noche, que la ciudad en ruinas da a luz a las tantas de la madrugada...Limpias con tu mirada etérea las conciencias de los bajos principios que te rodean y te miran expectantes, como perros mirando a su dueño, olvidando lentamente a la concupiscencia corrupta que sus cuerpos de animales demandaban. Mujer, si supieras, cada vez que me miras desde tu altar de grotescos decorados, cómo se me parte el alma..."Que no te pese la tierra mujer mía, cuando llegue la hora en la que mueran las rosas pálidas de tu rostro, y la muerte bese tu curvada y perfectamente alzada frente de esfinge"...Pienso mientras enciendo el último cigarro y apuro la última copa de la noche. Mañana...Mañana volveré, a deshacer mi vida en un cenicero, entre copas de absenta y tu mirada limpia; Mujer...

1 comentario:

  1. Ola tu blog está excelente, me encantaría afiliarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacate@gmail.com
    besoss
    Catherine

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