martes, 27 de septiembre de 2011

A nadie.

Los relojes mojados acabaron con la persistencia de mi memoria. Y aquel enorme insecto que vivía en mi cabeza devoró todo mi tiempo;masturbador de recuerdos.
_ ¿No te da vergüenza?- Le pregunté indignada a un holograma que me saludaba dentro de un espejo..._ ¿No te da vergüenza dejarme aquí sola?
El no contestó, porque...era un holograma...Garabato inexistente que se cuela en mi cabeza, y escapa por los ojos...Un grito, el grito, con las manos sobre las sienes y el rostro deformado. El puerto...Gente a lo lejos que oye pero no escucha. Presión en pecho y garganta follando con un atardecer naranja. Me miraste otra vez...una y otra vez. Me robaste mi noche estrellada, ya no tendré más espirales de locura amarilla en el cielo nocturno. Por eso me encerré en mi habitación en Arlés. Enorme,pero exageradamente reducida y claustrofóbica. Demasiado angustiosa.Saturno se come mis nervios. TEnebrismo en los días y pinceladas de luz en horas de lágrimas cuando cierro los ojos. Una oreja...Él no estaba loco...PEro la gente nunca comprendió. El insecto es mariposa, y con su fina y larga boca besa las palabras de una boca muda que repite una y otra vez lo mismo.Y muerde cuellos, y arranca ropas. Éxtasis y gritos. El primer plano de unos labios mordiéndose y una mano cerrándose en una pupila cerrada. Venas en el cuello. Arañazo en la espalda...Y otra vez el insecto...
Mariposa.
Lengua y alas.

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