sábado, 6 de marzo de 2010

...Epitafios interminables...

Sereno será el minuto, en el que mi último aliento abrasador abandone su corpórea cárcel. EL silencio enlazará sus fríos dedos contra los míos, y el vívido brillo que el cristal de la retina ofrecía...se habrá vuelto vácuo e inexpresivo; negro pozo de ansiedad perdido en el vacío. Se congelará la respiración en mi garganta, con la desesperada intención de emitir susurro alguno que aferre mi esencia a la vida... Yo no quiero largos lamentos acompañando el curso de mi ataúd... Yo no quiero plañideras figuras bañando con sus lágrimas mis heladas manos... Yo no quiero el húmedo aliento del doliente empañando mi nombre... Ni siquiera pétalos ni verdes brotes de flores llenas de vida, que acabarán pudriéndose y secándose al mismo tiempo que mi cuerpo. Repudiará mi ser todos estos adornos innecesarios para el sueño eterno, siendo sólo capaz de dejar caer mis lágrimas de polvo y muerte; que incluso en vida anegaron mi voz... El viento devorará por mí todos aquellos pétalos de lirios y rosas... Y el tiempo; enemigo de mis latidos, secará todas sus lágrimas, borrándome de la existencia convirtiéndome en febril recuerdo. Cómo puede ser, que hoy esté respirando, llorando amando; viviendo... Y mañana simplemente... mis restos desaparecerán, reduciéndome a un compendio de efímeros recuerdos borrosos. Y el tiempo ahora, me mira con mofa, y me da la espalda riéndose; observa como me consumo ahora en una espiral de obsesiones, y el rastro de las lágrimas maquilla mi rostro. La angustia y la locura muerden con violencia mi cuerpo, y mientras mi mente se convulsiona inestable... Hace tiempo que perdí la madeja de hilo que me haría salir del laberinto de mis pensamientos,y por ello agoniza mi mente entre sus estrechas paredes... Pero, no...Mi cuerpo no será el podrido recuerdo de lo que fui, encerrado en un sepulcro de piedra,mientras la hiedra y los espinos cubren las pobres palabras de un mediocre y poco dedicado epitafio... Quizás sólo el viento borre la inexpresión de los ojos perdidos en la nada, de los labios entreabiertos enlazados entre los de la muerte, convirtiéndonos en eterno beso. Quizás el mar arrastre mis incorruptas cenizas lejos de aquí, salvándome de la putrefacción, y de las visitas nocturnas de los gusanos. Me entregaré entonces, al sueño eterno... Al viento fuerte y violento, al mar tormentoso y brusco...y ante todo... libre. Libre en esencia pura, sin cadenas, sin puertas, sin lágrimas,sin miedos ni angustia... Y así, cuando la muerte haga sonar su seductora melodía...cuando cante dulces palabras de sosiego, salidas del más puro sueño de opio, le entregaré mi último aliento en un helado ósculo...Y ella convertirá mi cuerpo en cenizas y esencia, que se arrojarán al bravo mar...dejándose arrastrar por el viento, perdiéndose en la nada...Absorta en eterna y extasiosa danza... Hasta simplemente...desaparecer...
Y así quedaría gravado en mi sepulcro; esta ambigüa verborrea, como interminable epitafio...
...Memento mori...

2 comentarios:

  1. Hola¡ ^-^ Bueno, lo primero me llamo Nathy, soy de Granada y simplemente..me encanta como escribes, encontré tu blog por casualidad y comencé a leerlo..y pues nada ,te doy la enorabuena, eres una artista¡ xD
    PD:también he visto que te gusta pintar ^-^, bueno, pues aqui tienes a otra amante del arte y por cierto, Cementerio de los Amantes, precioso
    Un Saludo

    ResponderEliminar
  2. Yo tampoco quiero. Aunque los gusanos no me importan.

    Abrasador el asunto... como poco.

    ResponderEliminar